Los pechos de Billie Eilish

Tranquilos, antes de que os lancéis a lapidarme quiero aclarar que esta no es una entrada dedicada a hablar de los atributos de Billie Eilish. Es más bien un alegato de sorpresa, indignación y tristeza por el hecho de que la propia Eilish haya tenido que pronunciarse públicamente sobre sus pechos después de que estos se convirtieran en el trending topic numero uno a nivel mundial.

El asunto tiene traca: la muchacha se puso una camiseta de tirantes algo ajustada y las redes estallaron. Billie suele aparecer con una indumentaria ancha, no solo por estética "profesional" o imagen de marca, sino posiblemente motivada en su origen por el hecho de que siempre ha sido objeto de comentarios e incluso bullying a causa del tamaño de sus pechos.

Su foto con la camiseta de la discordia es exactamente la misma que pueden tener una infinidad de mujeres jóvenes. Y si, la genética ha querido que Billie Eilish tenga unos pechos grandes. Y sí, es lícito que haya quien los encuentre atractivos y también a quien no le gusten. Lo que no es lícito es que se la valore, sea positiva o negativamente, por ellos.

No es justo, no es apropiado y es una demostración más de la ingente falta de cultura (y ni tan siquiera interés por ella) que impera en nuestra sociedad. Y ojo, hablo de incultura y estupidez. No hablo de machismo, de cosificación de la mujer ni de tantas otras cosas que podrían venir al caso. Al final todo se resume en lo mismo: la educacion a nivel mundial es un desastre, con la salvedad de un par de oasis de esperanza nórdicos.

Hablo de falta de interés por la cultura porque resulta frustrante que estemos asistiendo al nacimiento de la que podría conventirse, si continúa este camino, en la artista más importante, personal y transgresora de la escena pop experimental de la próxima década. Su éxito con tan solo 18 años no es fruto de la casualidad, ni siquiera lo es de una campaña de marketing desmesurado. Es un éxito fruto del talento, de sonidos que atraen y de canciones que se quedan contigo.

Billie Eilish es un soplo de aire fresco para la escena musical actual y que tenga que ser trending topic por sus pechos en lugar de por temas y vídeos como "All Good Girls Go To Hell" es sonrojante para una sociedad que solo cotempla a los artistas y su trabajo como productos de consumo y entretenimiento. No se vosotros, pero yo quisiera llorar de impotencia y rabia ante la perspectiva de esta sociedad alienada e insensible que, dos mil años después, sigue viviendo por el pan y circo.